Transformers: Revenge of the Fallen (revisión)

Era casi como estar en frente de una versión moderna del viejo monstruo-alta película-Gamera japoneses de alta tecnología y Godzilla en la asistencia a las batallas pirotécnicos que, "Transformers" (2007) de Michael Bay, vio a los buenos Autobots y los Decepticons malos actores.
Una sensación que uno tiene en una aún más pronunciada al principio de esta secuela, cuando, antes de regresar a la escena para ver Shia LaBeouf en el papel del joven Sam Witwicky y la sexy Megan Fox en Mikael de la niña, para reinar es una larga secuencia La lucha contra establecidos en las calles de Shangai.
Secuencia que, como casi todos los que en un largometraje, deja poco espacio para efectos especiales, de inmediato la participación del espectador en busca de emociones.
Por otra parte, como la mayoría de los que quieren una ley probada de género cinematográfico de serie, el primer capítulo se encarga de poner los cimientos y, a menudo presentan la estructura de un posible prólogo a la saga, y la segunda debe llevar a los más altos niveles, el espectacular introducido por la pieza anterior, por lo general por un puente de celuloide a un tercer episodio hipotético.
Así, mientras nos encontramos con el reparto John Turturro, Tyrese Gibson y Josh Duhamel y añade Ramón Rodríguez en el papel de Leo, un nuevo amigo de Sam, poco importa si la única innovación introducida por el guión reside en el hecho de que la National Security Advisor Galloway Teodoro , interpretado por John Benjamin Hickey, querer controlar todas las organizaciones involucradas en la defensa y gestionar el poder, tiene la intención de cerrar el nido, tipo agencia en lugar del Sector 7 y cuyos componentes están trabajando junto a los Autobots, ya que considera que las amenazas de guerra es cosa del pasado.
Poco importa porque, al ser una película que da inicio a una serie de juguetes, es justo que su espíritu sólo proporcionar entretenimiento fácil para sus 147-duración de minutos, igual que cuando, como los niños, manipulados incansablemente robots y marionetas diferentes.
E Bay parece haber comprendido esto perfectamente, por lo que, sin olvidar las dosis de ironía y fundamental, incluso la introducción de momentos que rayan en el horror y se centra en la acción - apoyado sobre todo por la rapidez de montaje de Roger Barton, Thomas A. Muldoon, Paul Rubell y Joel Negron - obtener un número 2, tal vez no tuvo más éxito que el padre, la comparación no es ciertamente menos, demuestra de qué manera, en vez de devorar el guión, los efectos especiales podrían terminar de manera efectiva para que lo represente.
Con el resultado de una película de ficción agradable en el que las situaciones dramáticas son tantas que es difícil elegir uno para definir mejor que otros.